miércoles, 20 de febrero de 2013

La redaccion

Un día de guiñol


Érase una vez, un niño llamado Alexis que estaba en un guiñol. El  objetivo era encontrar al lobo, ya que estaban viendo la función de Caperucita roja. Los niños tenían mucha ilusión por encontrar al lobo.Y gritaban:
- ¡Que viene el lobo!
El lobo se fue hacia la derecha y Alexis fue detrás para buscarlo, ¡hasta se salió de la función!
Siguiendolo en la dirección en la que se fué. Se montó en un tren de polizón, se bajó en la siguiente parada y siguió buscándolo.

De repente, se dio cuenta de que estaba en Francia. La policía se lo llevó a un  reformatorio por ir de polizón en el tren.Se escapó y se montó de nuevo en otro tren. Paso por muchos países más: Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza e Italia. Por último viajó a China, allí había cientos y cientos de personas. Probó un poco de sushi, como no le gustó nada, encaminó de nuevo su viaje a España. cuando llegó a su ciudad el guiñol seguía allí y se encontró al lobo tirado en el suelo.
Entonces se dio cuenta que solo era pequeño muñeco.





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